Bueno, tengo algo muy bueno que contarles:
El otro día, le comenté a mi padre que quería el tercer libro de la saga El Legado. Él me dijo que en las tiendas del aeropuerto se encontraban los libros baratos, así que cuando fui al aeropuerto para coger el avión, pues me iba de viaje, fui derecha a la estantería y allí estaba Brisingr, esperándome, pues era el último.
Al acabarme el libro que estaba leyendo, empecé este. Todavía voy por el segundo capítulo, pues me lo empecé ayer. Además con este libro voy con el freno echado, pues me he creado una especie de horario en el que se incluye la lectura y la escritura, pues ahora he empezado una nueva historia de cincuenta páginas, a ser posible.
La historia trata de la princesa Alba de Mansinia, un lugar donde la magia fluye.
Alba, a los tres años, perdió a su hermano mellizo Werel y a su madre, quedando completamente huérfana, pues no llegó a conocer a su padre.
Su padrastro, el rey, la interna en una escuela de magia. Allí pasa toda su infancia, y al cumplir los trece años, empieza tener pesadillas que la asaltan, y que le hacen pensar que su hermano sigue vivo.
Como no puede dormir, decide crear con su magia una dimensión particular para poder viajar allí cada vez que el sueño la domine.
La primera noche fue muy bien. La ayudó a volver a sonreír y a volver a creer en la suerte. Pero la segunda noche, un individuo la sorprende. Se trataba de un chico de la Tierra, que por alguna razón se ha metido en la dimensión de Alba sin saber por qué. Ahora, Alba quiere averiguar qué hace allí y si eso tiene algo que ver con su hermano.
Estoy orgullosa de cómo me está quedando. Ya voy por el tercer capítulo, página doce. A ver como sale el invento.
Atentamente, la auntora.
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