A veces, cuando me aburro y no tengo nada que hacer y estoy demasiado cansada para leer, me gusta escribir. El otro día escribí sobre lo que sentía al no poder hacer realidad un sueño: ser parte de las historias que leo. Este fue el resultado:
¿Quién sabe? A lo mejor, algún día, podré cumplir un sueño imposible. Un sueño que ni en mis mejores sueños despiertos puedo imaginar. Pero si a una persona se le ocurrió una vida así, será porque él también soñaba con eso. la diferencia es que yo tengo en cuenta la realidad y la fantasía, lo posible y lo imposible, y lo sé diferenciar.
También tengo otros sueños, pero son tan estúpidos que es demasiado fácil hacerlos realidad.
Simplemente me gusta soñar con cosas imposibles, cosas que nunca se cumplirán, pero que sin embargo se cumplen cada vez que cojo mi sueño entre mis manos. Viajo y viajo y caigo de nuevo en un sueño profundo y sin fin, y luego se desvanece sin yo quererlo y sale de mi mente por un instante.
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